El certificado de eficiencia energética es un documento oficial que incluye toda la información sobre las características energéticas de una vivienda o edificio. Certifica, a través de la calificación, la cantidad de consumo anual que tiene un edificio o vivienda. Los aspectos que tiene en cuenta son: la calefacción, la ventilación, el agua caliente, iluminación y refrigeración.

Este certificado es necesario cuando se quiere vender un inmueble o cuando se quiere alquilar el inmueble.

Cada vez más personas optan por vivir en casas ecológicas, pues son hogares que respetan el medio ambiente, tanto en diseño más eficiente, como en materiales.

 

Conocer la calificación energética

Para comprender la calificación que el especialista le asigna a la vivienda o edificio, es necesario conocer que la escala va de la A, más eficiente, a la G, menos eficiente. Además de la nota de calificación, en el mismo figura información acerca de otras características del edificio, como las instalaciones de gas natural o electricidad, la envolvente térmica, etc.

La iluminación es uno de los principales factores a tener en cuenta para el ahorro energético en la vivienda y edificios.

Se tienen en cuenta en el sector terciario, como las zonas de ocio y diferentes establecimientos disponen de constante iluminación, en los exteriores e interiores. Y las viviendas. Es fundamental, tener conocimiento de la potencia consumida para tener instalada aquella potencia que más se adecúe a las necesidades.

En el caso de las viviendas se logra un mayor ahorro energético siempre y cuando se escojan las bombillas e iluminación adecuada.

 

Escoger la bombilla

Antes de escoger las bombillas, se debe tener en cuenta una serie de factores:

  • La clasificación energética de la bombilla va de la A a la G, de más a menos eficiente. Si el objetivo es el ahorro en las facturas, y contribuir a reducir el impacto medioambiental, se debe escoger la que tenga calificación A, o la que se encuentre lo más próximo a esta.
  • La temperatura de color mide los grados kelvin con la letra K y expresa si el tono de luz es blanco cálido o frío. Este factor influye en la fatiga visual y se debe tener en cuenta según el espacio donde se vaya a instalar.

 

Recomendaciones:

Las bombillas de color blanco cálido, al presentar un tono más cálido es ideal para la iluminación de salas y portales. Las bombillas de color blanco frío, suelen emplearse para zonas de concentración y productividad, e incluso en comercios y escaparates.

  • Los lúmenes, por otra parte, nos indican la cantidad de luz que emite la bombilla. Esto repercute directamente en la eficiencia de las mismas. Por ejemplo, si se trata de una bombilla LED de 2 – 4 W, le corresponden 200 – 300 lúmenes.
  • La duración de la bombilla en horas pueden indicarnos aproximadamente su vida útil. Todo varía según el uso que se le de. Este dato no se refleja en el certificado de eficiencia energética, pero sí es importante tenerlo en cuenta.
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