De lo que no hay duda es de que estamos en una época de cambios. Tenemos que vivir en una época en la que muchas cosas suceden muy rápido. Quizás sean estos los días de incertidumbre de las últimas décadas.

Gran parte de esta velocidad cambiante es causada por saltos tecnológicos. La transformación digital no solo ha cambiado los patrones de negocio y consumo, también ha marcado el ritmo de vida de toda nuestra sociedad.

Pero la digitalización no es la única tendencia de nuestro tiempo. El cambio climático es otro gran punto de inflexión en los hábitos y consumos de las personas. Nos tomó años, quizás demasiados años, entender que tenemos que cuidar el planeta y que es totalmente imposible seguir consumiendo los recursos naturales como lo hemos estado haciendo.

Los factores naturales son tan importantes como comprender nuestro tiempo, como lo es la revolución digital. Los hábitos de consumo han cambiado. Y no hablamos solo de elegir entre tomates ecológicos o tomates transgénicos para que dure 4 veces más sin pudrirse.

La tendencia de evolución y crecimiento de intentar cuidar más nuestro planeta ha hecho que muchas personas se tomen muy en serio términos como la eficiencia energética.

Es este cambio de percepción, el enfoque en el consumo, es más trascendente de lo que parece. Bueno, no solo estamos hablando de alimentos, las agencias que suministran automóviles, edificios y otros activos fuera del mercado de alimentos también están utilizando la eficiencia energética como un punto de diferenciación. Vemos esto claramente en el compromiso de la industria eléctrica con los vehículos híbridos y totalmente eléctricos.

En el sector inmobiliario también es evidente la tendencia a la reducción de la huella de carbono. En casi todos los edificios de nueva construcción, hay un enfoque en la mejora de la eficiencia energética, un concepto que luego se afirma comercialmente.

La demarcación de eficiencia energética reúne industrias con altos costos de producción y dos elementos clave relacionados con el uso diario en los hogares. Por un lado, se reduce la contaminación en nuestra atmósfera y, por otro lado, ahorra mucho dinero a los futuros propietarios debido a la gran reducción del consumo de energía.

Sistema aerotérmico como la gran revelación

Muchos edificios que tienen unos 4 o 7 años cuentan con una tecnología revolucionaria: los sistemas de aerotermia. No es una fuente de energía renovable como la eólica o la solar, sino una progresión tecnológica que asiste a que los edificios sean más eficientes energéticamente.

Un sistema aerotérmico consigue extraer energía del aire. Sí, del propio entorno. Gracias a un sistema con bomba de calor consigue extraer del aire la energía suficiente para calentar la casa. Los edificios con esta tecnología pueden ahorrar hasta un 70% de energía.

Los sistemas de instalación de aerotermia son una de las fuentes de energía renovable de más rápido crecimiento debido a su excelente relación precio/rendimiento, facilidad de instalación y eficiencia energética. A pesar de ello el precio de la aerotermia m2 consta de muchos conceptos repartidos entre equipos, mano de obra y materiales.

La energía térmica es solo un ejemplo de cómo la industria avanza hacia un modelo más sostenible. La calificación energética de un edificio también ayuda a las personas a reconocer una clara necesidad de una mayor eficiencia.

En la actualidad, ya hay muchos edificios y viviendas particulares con techos llenos de placas solares. Debido al clima que tenemos en casi toda la península, especialmente en el sur, confiar más en fuentes de energía renovables como la energía solar es una apuesta segura. Puesto que el consumo de energía en el hogar y el lugar de trabajo representa una gran parte del total, el desembolso se reducirá significativamente.

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